martes, 23 de abril de 2013

martes, 5 de marzo de 2013

EN TORNO A MURILLO.-


  El mes de Enero estuvo dedicado a la figura del genial pintor sevillano BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO (1617-1682). Estudiamos las obras que estaban a nuestro alcance en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, la exposición temporal que organizó Focus-Abengoa con "Murillo y Neve: el arte de la amistad", las obras de la iglesia del Señor San Jorge del Hospital de la Caridad, nos acercamos a ver la pintura de la Última Cena en San Nicolás de Bari y conocimos la Iglesia de Santa María La Blanca recién restaurada, muy vinculada con la temática.
 
 
 
(Grupo A)
 
  Nuestro pintor es una de las figuras principales de todo el Siglo de Oro Español, de ahí que en la Plaza del Museo se le rinda homenaje con una escultura del madrileño Sabino de Medina del siglo XIX.
 
(Grupo C)

 
  Se formó en el naturalismo tardío con Juan del Castillo y tuvo la oportunidad de salir de Sevilla para conocer las colecciones reales y admirar la pintura de su paisano Velázquez en la Corte. Con las obras que en Sevilla había en ese momento de Roelas, Herrera el Viejo o Zurbarán, Murillo alcanzó un aprendizaje excelente, aparte de la sensibilidad artística innata que poseía, hasta convertirse en un referente de la pintura barroca plena y su estela persiste en siglos posteriores. El arte de Murillo eclipsó a muchos otros artistas coetáneos.
 
  En el siglo XVII triunfó el arte narrativo y directo de la realidad, además de la cotidianeidad con la que se trataban los temas divinos, a los que Murillo supo sacarle mucho partido, pues tomaba retratos reales y conocía a la perfección el mundo de la mendicidad, tan habituales en Sevilla por estas fechas. En la Sala V, antigua iglesia del convento de mercedarios, se exponen una serie de pinturas que encargaron a Murillo el convento sevillano de capuchinos, excepto una, la Inmaculada La Colosal (1650), que proviene del Convento Casa Grande de San Francisco de Sevilla. El resto, son pinturas mundialmente conocidas, realizadas entre los años 1665-70, años de plenitud del artista. Nos referimos a San Francisco abrazando a Cristo Crucificado, las Santas Justa y Rufina, La Virgen de la Servilleta o la impresionante pintura de Santo Tomás de Villanueva dando limosnas a los más pobres. Éstas, y las que no he citado pero que están expuestas, estaban colocadas en el retablo mayor del convento sevillano de capuchinos y retablos laterales. Además, fueron salvadas de las garras de los franceses del siglo XIX, porque estos frailes conocedores de las intenciones de estos expoliadores, desmontaron sus altares y los ocultaron en Cádiz en casas particulares, pasado el peligro, volvieron a Sevilla y hoy podemos disfrutarlo.
 
  Para mi, la obra de Santo Tomás de Villanueva citada, es una de las mejores, pues es síntesis de toda su obra: lograda composición, efectos de luz y de sombra alargando la profundidad, la luz dramática y artificial contribuye a potenciar efectos como la caridad del Santo, las líneas diagonales y oblicuas se unen en el centro del personaje principal, el bodegón, así como también representa con mucho acierto las relaciones y sentimientos. 
 

 
  La siguiente visita que realizamos fue a la temporal del Hospital de Los Venerables. "Murillo y Neve: el arte de la amistad" ha sido una de las mejores exposiciones celebradas en Sevilla en los últimos años. Muchas de estas obras volvían por primera vez a Sevilla desde que fueron robadas por el conocido Mariscal francés Soult, como la Inmaculada de Los Venerables, que fue colocada en su altar original, del cual nunca debió salir. Tan sólo una de las obras expuestas, El Bautismo de Cristo, se conserva en la Catedral de Sevilla, el resto vinieron de pinacotecas extranjeras: París, Londres, Escocia, EE. UU., colecciones particulares...
 


 
  Gracias al canónigo de la Catedral de Sevilla, Justino de Neve, el pintor Murillo obtuvo varios encargos públicos: Sala Capitular, Iglesia de Santa María La Blanca o el mismo marco de la exposición, El Hospital de Los Venerables. Se entiende que Justino de Neve tenía, además de un cargo influyente, un poder adquisitivo altísimo (reflejado en su retrato regalo del pintor), llegando a desprenderse de su herencia unas 160 piezas de arte, de las cuales 18 eran del propio Murillo, un artista cotizado en la época. 
 

 
  Nos sorprendieron los trabajos que estaban realizados en un soporte diferente al lienzo, como aquellas tres obsidianas con vetas blanquecinas que producían un brillo y belleza distinto por la capacidad de aumentar los tonos blancos, como en el Nacimiento o la pincelada diminuta en el Prendimiento, donde aparecían Juan, Pedro y Santiago dormidos y un grupo de soldados que venían desde lejos a prender al Señor. También recordaréis, por lo novedoso para nosotros, un colgante pintado sobre cobre, la única miniatura conocida del pintor, y que representaba al fundador italiano de los mínimos: San Francisco de Paula, y por la otra cara, el Sueño de San José.
 
  El Hospital llegó a tener tres obras del pintor sevillano: la Inmaculada y San Pedro en la iglesia y la Virgen con el Niño repartiendo pan (1676-78) entre los fundadores de este hospital en el refectorio.
 
  La Primavera y el Verano (1660-70), dos obras de género pero con contenido religioso oculto, estuvieron "perdidas" hasta 1999, cuando el Jóven adquirido por la galeria escocesa la compró a un particular rico, dando la pista de la existencia de una compañera en la Dulwich Pictures. La técnica suelta, intuitiva, el colorido, la sonrisa, los trajes de la época, el modelo del natural... nos cautivaron.
 
  Sin lugar a dudas, la protagonista era la Inmaculada de los Venerables, mal llamada Inmaculada de Soult (nombre del "chorizo"). Perteneció a la colección de Neve, pero para 1686 ya tenía un lugar importante en la nave de la iglesia del Hospital. Durante el siglo XIX se hizo muy famosa, pues Joseph Hugo (padre del conocido escritor Victor Hugo), dirigió un convoy con todas las piezas robadas hasta París, allí, en el Louvre, fue conocida por el resto de Europa. En 1940 se convirtió en símbolo del régimen franquista, pues el gobierno francés devolvió la Inmaculada a cambio de un retrato de Velázquez, como siempre digo: no nos salió gratis.
 
  El tema de la Inmaculada, que por entonces era muy polémico por la disputa entre franciscanos y dominicos, fue uno de los temas más logrados de Murillo, consiguiendo un estilo propio y una iconografía que dio la vuelta al mundo. Unas veintitantas inmaculadas hizo el pintor con las mismas reglas: vestida de azul purísima y blanco, acompañada de una gran corte angelical, sin las letanias, con luna del Apocalipsis y sentido triunfante y ascensional.
 
Una página muy buena de la exposición para que vean de nuevo las obras y recordéis: http://www.elartedelaamistad.es/
 
También os dejo este link



¿Te interesa el tema del expolio? Pincha aquí: http://www.museoimaginado.com/expolio%20napole%F3nico.htm
 
  A la semana siguiente visitamos el Hospital de la Caridad, ejemplo claro de todos estos saqueos, a los cuales la Hermandad de la Santa Caridad ha respondido realizando unas copias de las obras sustraidas para no dejar incompleto el programa iconográfico de Miguel Mañara. Representaban obras de Misericordia: dar de vestir al desnudo, dar posada al peregrino, redimir al cautivo y asistir a los enfermos. A la muerte de Soult, estas pinturas fueron vendidas y hoy están repartidas por todo el mundo: Ottawa, Londres, San Petersburgo y Washington.

Os recomiendo este foro que tiene unos trabajos completos y donde podéis ver y recordar nuestra visita a La Santa Caridad: http://www.foroxerbar.com/viewtopic.php?t=11634


 
  Recién inaugurados los trabajos de restauración de la Iglesia de Santa María La Blanca, entramos para ver los lunetos que ocuparon los cuadros que vimos en la anterior exposición: Sueño del Patricio Juan, Triunfo de la Fe y La Inmaculada (con el retrato de Neve y el párroco de Santa María La Blanca, además del benefactor de la obra con su hijo).
 


(Lunetos de los cuadros que estuvieron en la Exposición)
 
  Muy cerquita, en la Iglesia de San Nicolás de Bari, vimos el último de los murillos de nuestros paseos, La Última Cena. También procedente de la Iglesia de Santa María La Blanca, pero que se encuentra aquí a la espera de volver a su templo original, una vez que restauren los bienes inmuebles.
 
  Como curiosidad os contaba, que este cuadro no gustó a los franceses, porque el pintor utilizó una estética, el tenebrismo, que ya no estaba de moda y entendían que no era de buena calidad. Además, el pintor aparece retratado.
 
  Conclusión, que estos despojos de las iglesias no se vuelvan a producir y que aquellos franceses que venían con la Libertad bajo el brazo se avergüencen de estos sucesos. 
 
 
Saludos
 
 

lunes, 18 de febrero de 2013

SEVILLA: LA CIUDAD-CONVENTO.


 Durante el mes de diciembre estuvimos visitando distintos conventos pertenecientes a órdenes religiosas diferentes. Algunos de ellos pasan de largo ante la mirada del turista o del paseante sevillano, otros muy conocidos por sus dulces conventuales.

 La historia de las órdenes mendicantes en nuestra ciudad va ligada a la Reconquista por parte del Rey Santo. Comenzaron a establecerse junto a las murallas, pero pronto ocuparon collaciones o barrios intramuros donde la evangelización era muy importante, como la zona de la iglesia de San Marcos y Plaza de San Pedro, pertenecientes a la morería. Sin duda, predominaba el poder religioso.

 Aclaremos que las órdenes mendicantes son aquellas que piden limosnas, viven bajo unas reglas establecidas por su propio fundador y gozan de ciertos privilegios reales o/y civiles, para llevar acabo su afán cristianizador. El voto de pobreza es común a todas ellas, viviendo de las limosnas obtenidas,  y de lo que producen sus tierras de cultivos, por lo que llevan una vida de trabajo y oración <<ora et labora>>. Las primeras reglas reconocidas en el siglo XIII fueron las de franciscanos, dominicos, carmelitas y agustinos. Posteriormente, mercedarios, trinitarios, jerónimos... Todas éstas tendrán una importante incidencia en las labores realizadas en Nuevo Mundo desde el siglo XV, pues unos 20 mil frailes llegaron a América en más de tres siglos.

 En el siglo XVII existieron en Sevilla 73 monasterios, tanto masculinos como femeninos, por lo que en alguna ocasión le pusieron a Sevilla el sobrenombre de ciudad-conventual. La historia negra se escribe con la llegada de los franceses en siglo XIX, ya que muchos de los conventos desaparecieron, convirtiéndolos en grandes plazas: convento de la Encarnación por plaza del mismo nombre. Además, durante el primer tercio del mismo siglo los conventos minoritarios tuvieron que ajustarse a una legislación con unas condiciones muy férreas, la conocidas Desamortización de Mendizábal (1836) y la de Madoz (1955), por lo que pronto les llegaría el declive económico y la exclaustración de 9 conventos de monjas: p. ej. las agustinas del Dulce Nombre de Jesús se unieron a las de San Leandro. Por si fuera poco, la Revolución de 1868 y la toma militar de la ciudad para destronar a Isabel II, llevó al derribo de más conventos: el Ayuntamiento Provisional Revolucionario acordó derribar los siguientes: Regina, las Dueñas, las Mínimas, la Concepción y otros edificaciones como la parroquia mudéjar de San Miguel o las puertas de la muralla de la ciudad.

 La época de la Primera República tampoco estuvo exenta de polémica en este sentido, pues desapareció la comunidad del Convento de los Remedios, e incluso durante la Guerra Civil continuó esta desafección a la vida monástica. Hoy día, el principal problema que nos encontramos es la falta de vocaciones, por lo que se nos presenta un futuro incierto para estas comunidades y para nuestro patrimonio, pues las instituciones públicas no podrían acaparar y mantener un sobre-stock de monumentos y piezas de valor, por lo que es muy importante la consideración, valoración y la protección de un pasado vivo que nos pertenece a todos, y que hasta entonces las monjas nos conservan y cuidan.

En el siguiente enlace encontré una relación de conventos y monasterios extinguidos y en vigor:
http://www.artesacro.org/conocersevilla/templos/conventos/relacion.html 

 El convento Casa-Grande de San Francisco, que ocupaba los terrenos de la actual Pl. Nueva y el Ayuntamiento de Sevilla (del cual se conserva el arquillo de acceso), fue uno de los conventos más importantes de nuestra ciudad derribado en 1840, perdiéndose gran parte de su tesoro artístico. Podéis ver la fotografía del Laboratorio de Arte en el momento de su demolición.


A continuación podéis ver un reportaje que Canal Sur realizó en el Convento del Socorro, pero fijaros a partir del minuto 5 y 20 segundos, jejeje...




Y VUESTRAS FOTOS (como siempre gracias a Jesús por colaborar conmigo):

(Grupo A en el compás del Monasterio de San Clemente)


(Grupos de tarde en el Convento San Leandro)

(Grupo B en Convento Santa Ana del Carmelo)


(G-A en el compás de Santa Inés)


(Grupos de tarde en Santa María de Jesús)


(Grupo-E en San Clemente)



Saludos y hasta la próxima entrada




martes, 22 de enero de 2013

Palacio de Lebrija.-


<<El Palacio es el relicario donde he guardado los venerables tesoros de mis abuelos y los tesoros artísticos durante toda mi vida acumulados>>

Doña Regla Manjón.


Considerada la Casa-Palacio mejor pavimentada de Europa. 580 metros cuadrados de mosaicos romanos, de suelos y paredes, lo convierten en la colección particular más importante del mundo.








Amador de los Ríos cuenta que el pueblo de Santiponce revolvieron sus corrales y viviendas <<noticiosos del valor material de los objetos encontrados>> y <<estimulados por los incentivos y ganancias>>. Ya hablamos de la labor destructora en aquella villa romana, que ofrecían sus tesoros a los coleccionistas de la época, entre ellos, la de más renombre fue Doña Regla, quien ha llevado una labor insaciable de recoger y conservar todas estas reliquias, que ahora vemos expuestas en su palacio. Un dato: sólo la colección glíptica está formada por setenta y tres piezas.

Hoy día, la Condesa de Lebrija estaría considerada una expoliadora, porque entre los años 1901-1914, a parte de comprar obras de arte a los vecinos de Itálica y por otros canales, realizaba excavaciones en el yacimiento a su libre criterio. (“El Museo de Antigüedades Italicenses de la Excma. Sra. D. ª Regla Manjón”  Rodrigo Amador en la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, nº XVI (1912, 269-289). Todo ocurría cuando por Real Orden de 13 de Diciembre de 1912 se declaraba Monumento Nacional. La Ley de Excavaciones de 1911 y la Junta Superior de Excavaciones de 1912 son un primer paso para la protección de este yacimiento que sufría expolios durante tantos siglos.

Mientras tanto, la Condesa de Lebrija, había adquirido unos terrenos en una zona donde se localizaban unos mosaicos interesantísimos, conocido el lugar como "Hazas de los Palacios", con la escusa de protegerlos de posibles merodeadores y saqueadores. Sin embargo, parece ser, que eran sus propios obreros los que se dedicaban a sacar mosaicos para trasladarlos hasta el palacio de la calle Cuna. 

Estos graves hechos, propiciaron disputas entre el director de las excavaciones Rodrigo Amador de los Ríos y la Condesa, apoyada por un personaje tan importante como Fidel Fita, presidente de la Real Academia de  la Historia. Finalmente, debido a tales enfrentamientos y denuncias, el propio Rodrigo Amador de los Ríos fue depuesto de la dirección de las excavaciones de Itálica. (Jose María González Parrilla: Francisco Collantes de Terán Delorme y las excavaciones de Itálica entre 1935 y 1955. Universidad de Sevilla).

SALUDOS

P.D. He vuelto... conseguí arreglar el problema a la hora de subir fotografías.





miércoles, 12 de diciembre de 2012

PATIO DE CRUCERO.-


Una de las visitas más inesperadas hasta ahora, ha sido la del Patio de Crucero de la Casa Contratación en el edificio de la Junta de Andalucía y que fue delegación del Ministerio de Obras Públicas.
(grupo Jueves tarde)
 
La antigua Casa de La Contratación se levanta hacía 1503 por los Reyes Católicos, viendo las perspectivas de futuro del comercio con Nuevo Mundo. El primer espacio para guardar los productos procedentes de tierras lejanas fue las Atarazanas, pero pronto se quedó pequeño y tuvieron que levantar un nuevo edificio. El lugar estrátegico elegido estaba junto al Alcázar y cerca de la calle que llevaba directamente al puerto. Este nuevo edificio se asentaba sobre el Alcázar de la Bendición.

De la Casa de la Contratación queda el Cuarto del Almirante y la Sala de Audiencias o capillita de los Mareantes, que tiene acceso desde el Patio de la Montería. Hasta la década de los setenta del siglo XX, se conservaba una fachada hacia la Plaza de Contratación, además de un patio de columnas en el interior del edificio y otras dependencias, que fue destruido por completo, para después levantar el edificio de la Junta que actualmente vemos en el Nº3 de la misma plaza.

Cuando los Reyes Católicos hicieron su edificio, para fomentar y controlar el comercio y la navegación, tiraron parte del Alcázar de la Bendición del siglo XII, y el patio de crucero que había en este espacio decidieron taparlo, por lo que a la hora de levantar el edificio actual de Rafael Manzano, hallaron el jardín musulmán, pero nada dejaron del edificio de los Reyes Católicos.


Aquí  podemos ver un espectacular patio de dimensiones importantes, 38 x 22 metros, de planta rectangular, con dos ánditos superiores que se cruzan formando una cruz y unos parterres rehundidos para usarlos como jardín, que datan del siglo XII. Este patio fue modificándose con el tiempo, y en el siglo XIV, con el reinado de Pedro I, se colocaron esos arquillos ciegos, que nos recuerdan mucho al Patio de Las Doncellas. Algunos de éstos conservan todavía restos de pinturas, que aportarían gran colorido y belleza a todo el conjunto, como las del interior de los estanques lineales, que se cruzan en el centro con una fuente que procede del Alcázar, y que se reflejarían en el agua para crear sensaciones y bonitos efectos.



Rafael Manzano, arquitecto y conservador del Alcázar, encontró en las escombreras restos de este patio, y a partir de los paños de sebka y otros elementos que rescató, pudo recomponer los pórticos Norte y Sur. Podemos decir, que todo lo que está en pie, quitando algunos materiales que se notan a simple vista que son antiguos (como la sebka), es una recreación de como sería este espacio, realizado con la técnica de reconstrucción de anastilosis (como en el Teatro romano de Mérida).

 

 

 

 
Saludos


lunes, 26 de noviembre de 2012

Parroquia de Santa Ana en Triana y Pedro de Campaña.

 
 
Iniciábamos la visita en el Centro Cívico Casa de las Columnas, que recordemos fue la primera "universidad de mareantes" desde el siglo XVI y hasta el siglo XVIII, cuando decidieron transladarla a lo que actualmente conocemos como Palacio San Telmo. Por otro lado, estuve buscando información acerca del túnel que existe desde esta casa hasta el otro lado del río, pero no he encontrado nada. Espero que algún día me entere de esta historia tan misteriosa.
 
(grupo martes por la mañana)

«Este sobredicho rey Don Alfonso, estando doliente de sus ojos de muy gran mal saltósele el ojo derecho del casco e prometió a Nuestra Señora la Virgen María el hacer aquí una iglesia que le dijesen Santa Ana Madre de Nuestra Señora e luego en una hora se le tornó el ojo sano y en su lugar».
 
 
(Grupo miércoles por la tarde)
 
La creación de la "Catedral de Triana" está vinculada a la curación milagrosa del ojo del rey Alfonso X. Data de 1266, alargándose en el tiempo, y con sucesivas reconstrucciones en los siglos XVII y XVIII, hasta que en 1970 Rafael Manzano acometiese las obras de restauración del templo, quitándole todo el enlucido barroco y dejando el ladrillo visto, como en origen.

Durante el siglo XIII no podemos hablar de un estilo puro en Andalucía, por lo que esta iglesia se encuendra dentro de esa estética mixta, híbrida, que se ha denominado "estilo alfonsí" coincidiendo con el periodo de reinado del rey Alfonso X. Remates almenados al exterior, arcos apuntados, arquivoltas, zapatas con leones románicos, decoración mudéjar, bóvedas de crucería...

El presbiterio está presidido por uno de los retablos mayores de mayor interés artístico de la ciudad.
 
(El retablo explicado por el Prof. Enrique Valdivieso. Podéis ver el detalle de las tablas que os comenté: las expresiones de las caras, la salamanquesa en la pared de la puerta de la casa, el gato con el ratón en la boca debajo de la cama, etc.).


Nos llama la atención el restaurado retablo mayor de estilo plateresco, con una combinación de esculturas y pinturas sobre tabla. Trabajan en equipo para esta obra Nufro Ortega, Nicolás Jurate y el pintor Pedro de Campaña. Pedro de Campaña es de origen flamenco, viaja a Italia y llega a Sevilla en 1537, donde va a recibir el encargo de realizar esta magnífica obra. Se comienza en 1542 y para 1565 ya estaría terminado completamenta, gracias a la ayuda de un préstamo de 300 ducados de oro entregados por parte de la Colegial del Salvador.

Pedro de Campaña va influir mucho en los artistas sevillanos. Trae el rafaelismo, el estudio de la iluminación, naturalismo flamenco y el idealismo renacentista. Se pone al servicio del clero, banqueros y de la aristocracia, convirtiéndose, como dijo Diego Angulo, el mejor artista hasta la llegada de El Greco.

El retablo mayor nos presenta la vida de Jesús, María y su abuela Santa Ana. Los tres aparecen en el centro. Santa Ana y la Virgen fueron hechas en el siglo XIII, a la par de la construcción del templo, aunque muy retocadas en el siglo XVII por Francisco de Ocampo y otra intervención el siglo XVIII. El Niño es posterior. Guardan la composición medieval anacrónica, ya que Jesús no conoció a sus abuelos.

En el banco del retablo aparecen los Evangelistas y ángeles pasionarios y en la puerta Los Padres de la Iglesia. En el primer nivel las esculturas de los santos Pedro y Pablo, además de un relieve de la Santa Faz, tomado de un grabado de 1513 de Durero, que podría ser obra de Roque Balduque. Las pinturas sobre tabla narran los episodios contados en los Evangelios Apócrifos, los no Canónicos, donde se nos cuenta la historia de Santa Ana y San Joaquín (Pseudo Mateo). Representan las escenas siguientes: San Joaquín sale de su casa, San Joaquín abandona el templo de donde es expulsado por estéril y el Anuncio milagroso del Ángel, todas en el primer piso.

En el segundo nivel, hay tallas de Santiago el Mayor y San Judas Tadeo, además de las siguientes escenas: Abrazo místico en la Puerta Dorada de Jerusalén, Nacimiento y Presentación de la Virgen y la Coronación por los ángeles. El Abrazo místico se explica como vía milagrosa en la que María fue concebida sin relaciones por sus padres.

En el tercer piso, se representa el Nacimiento de Cristo, La Visitación, San Jorge (como patrono de la iglesia), Nacimiento de San Juan y los Desposorios de San José y la Virgen.

La complicación llega en el ático, donde tenemos la representación de las Tres Marías: María Salomé, María Cleofás y La Asunción de la Virgen María. Las tres hermanas, las tres hijas de Santa Ana, como aparecen en los Evangelios Apócrifos y en la Leyenda Dorada de Santiago de la Vorágine. La Sagrada Parentela, que segun estos textos, Santa Ana se desposó en tres ocasiones con Joaquín, Cleofás y Salomé.


Para los incrédulos: Santiago de la Vorágine, La Leyenda Dorada. Alianza Editorial, Madrid, 1982, 13ª reimpresión de 2008, tomo 2, pag. 566.
Y más de una página que aluden a los tres casamientos de la Santa, como por ejemplo éstas: http://www.fuesp.com/revistas/pag/cai1123.htm

http://www.iaph.es/web/canales/conservacion-y-restauracion/catalogo-de-obras-restauradas/contenido/Maria_Cleofas_con_sus_cuatro_hijos_Pedro_de_Campana
(En esta última podéis buscar más información acerca de la restauración del retablo y ver el antes y después de las obras).

Importante labor realizada por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) entre los años 2008-2010, donde han salido a la luz los colores originales de las pinturas sobre tabla, además del perfecto trabajo realizado por Pedro de Campaña, que introduce una arquitectura clásica, unos elementos anecdóticos, la expresividad de los personajes, la perspectiva y los escorzos.

(grupo miércoles por la mañana en la nave central).

No tendría tanto tiempo para explicar en palabras el resto de retablos y obras de arte que en este gran templo se encuentran, pero podría destacar, según vuestros gustos e intereses, el retablo de la Capilla de Santa Bárbara (patrona de los artilleros) con la Virgen de la Victoria, imagen que procede del antiguo Convento de Mínimos de la rama masculina de la Calle Pagés del Corro. Contabámos la leyenda de aquella misa excepcional que se hizo el 2 de agosto de 1519 en ocasión del viaje de Magallanes, al mando de 234 expedicionarios que salieron desde Sevilla para la primera circunnavegación de la Tierra, postrándose ante esta imagen de la Virgen de la Victoria. El 9 de septiembre de 1522, sólo Juan Sebastián El Cano y 17 supervivientes, tripulantes de la Nao Victoria, habían completado la gesta, y para dar gracias, volvieron a postrarse ante esta imagen de Nuestra Señora.

(grupo del martes mañana atentos a la explicación
de la Capilla de Santa Bárbara).
 
Junto a este retablo, tenemos la lápida sepulcral de Iñigo López, que os llamó mucho la atención su historia. Realizado en cerámica por el italiano Niculoso Pisano, obra renacentista. Más conocido como el <<Negro de Triana>>. Cuenta la leyenda que las mujeres casaderas para que les saliese novio venían darle siete patadas en la cabeza al pobre Iñigo. Desde este punto podemos contemplar el órgano de Valentín Verdalonga, 1814. Comentábamos que por el trabajo realizado en Santa Ana, le valió el encargo de su vida: hacer el órgano de la Catedral de Sevilla, con tan mala fortuna, que una vez hecho, en 1888 se cayó el cimborrio de la Santa Iglesia y destrozó las tuberías de este instrumento, no pudiéndose recuperar. El órgano de la nave del Evangelio, es ficticio, sólo fachada.

Del trascoro destacábamos la Virgen de la Rosa, de <<Alexo Ferns>>, recordad que vimos su firma. Pintor renacentista del primer tercio del siglo XVI, y que ya explicamos cuando visitamos la Sala de Audiencias de la Casa Contratación en los Reales Alcázares: retablo de la Virgen de los Mareantes.

Después de ver todo el conjunto, visitamos la cripta, que a todos nos sorprendió por las piezas, esculturas, objetos litúrgicos que allí se conservan y el busto del conocido como "Mudo de Triana".



(fotos de algunos/as de los miércoles por la mañana
en el interior de la cripta).

Podéis encontrar fotografías, historías y más información pinchando en el enlace de la propia parroquia: http://www.santanatriana.org/


Perdonad si existe algún fallo.

Muchas gracias y saludos.





jueves, 22 de noviembre de 2012

La nueva columna de la Muralla de los Reales Alcázares.

El miércoles, mientras realizábamos nuestros particulares paseos por Sevilla, pudimos presenciar el hallazgo de una nueva columna en la muralla del Alcázar.

La columna, que hasta ayer estaba oculta, puede verse encajada en el lienzo de muralla de los Reales Alcázares por la calle Miguel Mañara, junto al arco ciego. No presenta capitel, pero si un hueco por donde han podido ver los expertos algunas pinturas. En estos momentos, por precaución han tapado este orificio.

No han podido explicarnos bien qué se oculta, ni seré yo quién diga por decir. Si Patrimonio da la orden de desvelar el hallazgo, quizás obtengamos un nuevo atractivo para nuestra ciudad. De momento, quedamos a la espera de ver que misterio se revela y os subo estas fotos que pude hacer con mi móvil en el aquel instante.